Dijo Pelosi en conferencia de prensa: "Los hechos son indiscutibles. El presidente abusó de su poder para su propio beneficio político personal a expensas de nuestra seguridad nacional al retener la ayuda militar y [una] reunión crucial del Despacho Oval a cambio de un anuncio de investigación sobre su rival político".
Con esos términos, la demócrata aludía al presunto intento de Trump de presionar a su par de Ucrania, Voldímir Zelenski, para investigar las andanzas del candidato demócrata Joe Biden, en Ucrania, a cuenta de las de su hijo, Hunter Biden.
Lo que aún no queda claro es cómo califica Pelosi a algo más grave que hizo el candidato Biden en Ucrania cuando ostentaba el cargo de vicepresidente de EEUU, y en pleno año electoral —2016— para evitar que su hijo fuera investigado y posiblemente juzgado en Ucrania.
A cara descubierta
La acción de Joe Biden fue confirmada por él mismo y su objetivo fue el de frenar la investigación del fiscal general de Ucrania de entonces Viktor Shokin sobre corrupción en la empresa de gas natural Burisma Holding, en la que Hunter Biden era directivo. Entonces, papá Joe chantajeó a Ucrania con retener definitivamente 1.000 millones de dólares en garantías de crédito de Washington a Kiev si no despedían a Shokin.
Entre los dos hechos, el de Joe Biden en marzo de 2016 en Kiev —del que se jactó en marzo de 2018—, y éste de Trump mediante una conversación telefónica el pasado 25 de julio desde la Casa Blanca, hay una gran diferencia: a aquel fiscal lo despidieron con un sólo chasquido de dedos, pero lo de Trump no fue más allá de un pedido sin ningún despido de por medio. Salvo el que quieren hacer con él. Aparentemente aquella acción de Biden no tiene nada de objetable para Pelosi. ¿Doble rasero? ¿O un intento orquestad de algo más grave?
Al respecto, el Dr. Historia y Dr. Derecho José Luis Orella, indica que estamos ante diferentes varas de medir, y con unos planteamientos de fuerte gravedad. "El aspecto que subrayo es en qué consideración queda Ucrania", reflexiona. "Porque si nosotros vemos cómo hablan [Joe Biden] de la destitución del fiscal [de Ucrania] desde políticas exteriores, desde luego casi es el equivalente, más o menos, a las políticas de las cañoneras en el siglo XIX con algunos países del ámbito del Caribe".
"Es un abuso de poder. ¿En qué categoría nos percibe una persona que ni siquiera es capaz de respetar la dignidad de la justicia de un país soberano que no es el suyo?, se pregunta el analista. Y lanza otra cuestión inquietante ¿Pues qué es lo que hará [Biden] en el suyo, si un día llegase a ser presidente? Le da a uno un poco de miedo", se sincera el profesor José Luis Orella.