"La Agencia Catalana del Agua (ACA) declaró emergencia para actuar en la cuenca del Besós, a raíz de los efectos producidos por la extinción de un incendio en una fábrica situada en Montornès de Vallès (Barcelona )", informó el Gobierno de Cataluña en un comunicado.
Parte del agua que los efectivos de Bomberos utilizaron para extinguir el fuego, que afectó el 11 de diciembre a una planta de reciclaje de disolventes y residuos industriales, llegó directamente al río Besós y provocó un grave impacto en su fauna, que se manifestó en la aparición de peces muertos a lo largo del lecho fluvial.
Aunque el suministro de agua a los municipios no quedó afectado por este incidente, Moxó advirtió a los ciudadanos que no se podrá coger agua del Besós en los próximos días, ni para el riego ni para los animales de compañía.
Las autoridades catalanas inspeccionan el cauce para determinar los posibles daños sobre la fauna y las alteraciones que el vertido de químicos pueda provocar en el agua de este río.
El parque fluvial situado en su desembocadura en Barcelona quedó clausurado por los trabajos de expertos, que tomarán muestras de agua y sedimentos para analizar los efectos ambientales y garantizar la completa restitución del medio.
La ACA está en contacto además con varios municipios del área de Barcelona y operadores de los servicios del ciclo del agua, para garantizar que se tomen las medidas preventivas necesarias para evitar peores consecuencias.
"Los ríos son entornos dinámicos y se espera que la recuperación del tramo afectado se haga de forma natural, sin poder precisar un plazo exacto", sostuvo el Gobierno catalán, que seguirá la evolución del incidente.
