"Nuestro presidente mantuvo conversaciones telefónicas con su par ruso, Vladímir Putin, durante las cuales se analizó la situación en Libia y Siria, así como las relaciones bilaterales y los temas regionales", dice el comunicado.
El funcionario recordó que Rusia "aboga por el cese del derramamiento de sangre en Libia y por contactos directos entre las partes en conflicto, así como apoya cualquier esfuerzo internacional y de algunos países por separado para encontrar una solución a la crisis".
Más tarde, la oficina de prensa del Kremlin comunicó que los presidentes de Rusia y Turquía expresaron su disposición a contribuir al establecimiento de un diálogo pacífico en Libia.
"Se expresó el apoyo a los esfuerzos de mediación de las Naciones Unidas y Alemania para poner fin al conflicto armado y reanudar un diálogo pacífico, así como se subrayó la disposición a contribuir al establecimiento de contactos entre los libios", dice el comunicado.
Agrega que los dos líderes acordaron intensificar los contactos ruso-turcos en distintos formatos.
El 16 de diciembre, la cadena Al Arabiya informó que Turquía envió fuerzas especiales, asesores y equipos militares a Libia para apoyar al Gobierno de unidad nacional.
Este último traza la frontera marítima entre Turquía y Libia cerca de la isla griega de Creta.
Grecia expulsó al embajador del Gobierno de unidad nacional, Mohamed Younis Menfi, por el acuerdo con Turquía sobre las zonas marítimas; el Parlamento de Libia que sesiona en Tobruk (noreste) también rechazó los convenios.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales, el surgimiento de grupos yihadistas y de mafias que se dedican al tráfico de migrantes irregulares de África a Europa.
A principios de abril pasado, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que el Ejército Nacional al mando del mariscal Jalifa Haftar empezara una ofensiva para liberar a Trípoli de "terroristas".
Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional respondieron con la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar.