El texto establece, entre otros cambios, que la "transferencia para la inactividad remunerada" (la jubilación) se dé cuando haya como mínimo "35 años trabajados" (hasta ahora eran 30).
La reforma, aprobada a principios de este mes por el Senado, también prevé un aumento de los porcentajes de contribución a la seguridad social: será del 9,5% en 2020 y del 10,5% a partir de 2021 (actualmente es del 7,5%).
También se establece que las pensiones se reajustarán siempre que eso ocurra con los salarios de los militares en activo.
Con la reforma, el Gobierno estima un ahorro de 97.300 millones de reales (casi 24.000 millones de dólares) para los cofres públicos en los próximos diez años.
Durante la tramitación de la reforma, los militares de baja patente (soldados, cabos, sargentos y suboficiales) expresaron su malestar con el Gobierno de Bolsonaro, por entender que la reforma incluye puntos que benefician más a los altos cargos.