"Un plato navideño son ocho dólares, pero también ofrecemos por separado la hallaca en tres dólares, el pan de jamón en dos dólares, 100 gramos de pernil en dos dólares, y la ensalada de gallina dos dólares", dijo a esta agencia Roberto Méndez, empleado de una panadería en Petare, un sector popular del este de Caracas.
La hallaca es un bollo que comen los venezolanos en el mes de diciembre y que se elabora con harina de maíz precocida y está relleno con un guiso que incluye carne de res, cerdo y pollo, y aliños como pimentón, aceitunas, alcaparras, cebollas y pasas, todo envuelto en hojas de plátano.
El salario mínimo es de algo más de seis dólares.
La elaboración de las hallacas en los hogares es casi un ritual que reúne a toda la familia antes de las cenas del 24 y del 31 de diciembre.
Pero la crisis económica que afronta este país caribeño, con una marcada caída de la producción petrolera, sanciones de Estados Unidos y escándalos de corrupción, ha trastocado esa tradición, contaron habitantes de la capital a esta agencia.
"Este año no haremos hallacas, no ganamos salario mínimo en la casa, pero igual no nos alcanza, es la primera vez que no podemos hacer ni 10 hallacas, decidimos que para la cena de Navidad, como solo quedamos dos adultos y tres niños aquí en Venezuela, compraremos tres hallacas para el 31, y que las pagó mi hermana que está en Perú", dijo Rosbexi Magallanes, residente de un barrio hacinado del este caraqueño.
En los sectores populares los precios de la hallaca varían en los puestos de venta informal y en los restaurantes, entre los dos y los 10 dólares.
La mesa típica navideña, que incluye un trozo de pan relleno con jamón, pasas, aceitunas y una porción de pernil o asado negro y ensalada de gallina, varía entre los 8 y los 20 dólares en restaurantes de la ciudad.
La crisis económica en Venezuela comenzó a agudizarse a finales de 2016.
Desde ese momento hasta inicios de este año, el problema en las navidades era que la mayoría de los ingredientes del plato típico escaseaban, pero ya para finales de 2019, los supermercados y mercados populares tienen disponibles todo lo necesario, pero a precios que superan el poder adquisitivo de muchos ciudadanos.