Según los interlocutores de Bloomberg, que prefirieron permanecer en el anonimato, la empresa cuenta con una docena de ingenieros especializados en la industria aeroespacial, satelital y la de diseño de antenas, que trabaja en este proyecto con el objetivo de obtener los primeros resultados en cinco años. Si bien el director general, Tim Cook, ya ha mostrado interés por su desarrollo, indicando que es prioritario para Apple, el proyecto todavía pasa por la primera fase y podría ser abandonado en un futuro.
Por el momento no está claro si persiguen desarrollar una costosa constelación de satélites o simplemente utilizarán equipamientos terrestres que recolectarán datos de los aparatos espaciales ya existentes y los enviarán a los teléfonos móviles, informa Bloomberg.
El periodista Mark Gurman destaca en su artículo que Tim Cook y su equipo están recorriendo un camino muy peligroso, que está plagado de fracasos de compañías que lo siguieron con anterioridad. En 1999, Iridium se declaró en quiebra y hace más de una década Teledesic abandonó su plan, bautizado como "el internet desde el cielo". Los esfuerzos más recientes realizados por Facebook, SpaceX y Amazon también han estado lejos de producir los beneficios deseados.
"La lección de los fracasos anteriores, como los de Iridium (...) y Teledesic, radica en el hecho de que es realmente difícil encontrar un plan de negocio viable para proyectos de comunicación por satélite valorados en miles de millones de dólares", explicó a Bloomberg Tim Farrar, asistente principal de la empresa TMF.
Durante su primer año y medio en Apple, Trela y Fenwick exploraron la viabilidad de proyectos relacionados con el desarrollo de la tecnología satelital y últimamente han intensificado su trabajo sobre el proyecto.
Bajo la dirección de Cook, Apple ha aumentado rápidamente su presupuesto asignado a la investigación. La empresa se gastó unos 16.000 millones de dólares en el año fiscal del 2019, lo que supone un incremento del 14% en contraste con el año anterior.