Rusia no tiene alianza militar con China y no planea formarla con el gigante asiático, declaró el presidente ruso, Vladímir Putin, en la gran rueda de prensa que se celebró el 19 de diciembre.
El mandatario señaló que Rusia considera contraproducentes las alianzas militares entre los países de Asia del Este —como Japón y Corea del Sur— y EEUU. Según Putin, esto "no llevará a nada bueno".
Las relaciones entre Rusia y China son multifacéticas e incluyen también la defensa. Uno de los mayores proyectos conjuntos es un sistema de alerta temprana sobre ataques con misiles y tiene un propósito puramente defensivo.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang, confirmó las palabras del presidente ruso.
"Las relaciones entre China y Rusia se han convertido en un ejemplo para un nuevo tipo de relaciones entre los principales países que se caracterizan por una estrecha cooperación, una asociación en lugar de una alianza y un diálogo en lugar de una confrontación", dijo en una rueda de prensa el 21 de diciembre, citado por la revista Newsweek.
Según el medio, el trabajo conjunto de Rusia y China sobre el sistema de alerta temprana contra misiles muestra un "nuevo grado de colaboración entre los vecinos" que "han superado gran parte de sus disputas de la época de la Guerra Fría".
La peor pesadilla de EEUU sobre Rusia y China se está haciendo realidad
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 23 ноября 2019 г.
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Mientras tanto, Estados Unidos sigue atrapado en una "mentalidad de Guerra Fría", una forma de pensar dominada por tácticas irrelevantes en un emergente mundo multipolar, describe el diario la posición de Rusia y China.
A su vez, el teniente general ruso retirado Evgueni Buzhinski comentó al medio que Rusia y China están avanzando política y militarmente sin convertirse en aliados.
Según el también presidente del Centro analítico PIR, ninguno de los dos países está dispuesto a apoyar militarmente al otro en sus conflictos. Rusia no quiere interferir en los conflictos territoriales de China en las aguas adyacentes. Por su parte, Pekín no está dispuesto a ayudar a Moscú en caso de que se produzca un conflicto con la OTAN.
"No somos aliados, pero somos más que simples socios estratégicos", concluyó Buzhinski.