El 22 de diciembre, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, aseguró que un militar falleció durante el asalto armado a un batallón militar en el sector Luepa, del municipio Gran Sabana, en el este del país.
"Obviamente, los adversarios de las autoridades legítimas venezolanas no dejan de intentar llevar a cabo un golpe de Estado armado en ese país", dijo Zajárova.
Afirmó que el ataque contra el batallón muestra "el retorno del sector radical de la oposición [venezolana] a la táctica de provocaciones destinada a causar enfrentamientos armados y crear un ambiente de caos".
La diplomática destacó la respuesta "rápida y profesional" de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que "permitió evitar que más de cien armas de fuego cayeran en manos de los terroristas".
El ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, dijo que el asalto al batallón en Gran Sabana tenía como propósito generar una acción de bandera falsa para propiciar una intervención militar por parte de Estados Unidos.
Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, afirmó que el ataque fue realizado por un "grupo de mercenarios que ha pretendido generar violencia", que "tiene su base de operaciones en Perú", de donde "entran por Colombia y reciben apoyo también en Brasil".
Venezuela atraviesa una crisis política que se intensificó en enero pasado cuando el diputado opositor Juan Guaidó, respaldado por EEUU y otro medio centenar de países, se declaró "presidente encargado" del país, hecho que el Gobierno venezolano tildó de intento de golpe de Estado.