La solicitud apunta a que Rossiya Segodnya, matriz de Sputnik, no está en la lista de sancionados de la Unión Europea (UE), aunque sí allí figura su director general, Dmitri Kiseliov.
Se indica que para aplicar sanciones contra Rossiya Segodnya, las autoridades estonias tienen que demostrar que sus recursos están controlados por Dmitri Kiseliov.
El documento subraya que el director del medio se designa por el presidente ruso y la toma de decisiones clave implica consultas con la Agencia Federal de Prensa y Comunicaciones de Rusia.
En cuanto a los empleados, se señala que ya firmaron los contratos para trabajar con Rossiya Segodnya.
"La carta de RAB puede interpretarse en el sentido de que los empelados deben rescindir los contratos pero la obligación en cuestión no se establece por ningún acto jurídico", dice el documento.
El asesor jurídico de la agencia comunicó que "en un plazo de 30 días llegará una respuesta" de las autoridades estonias y luego en el mismo plazo se podrá presentar una demanda en tribunal si es necesario.
"Estonia no tiene experiencia en casos similares, es un caso especial, difícil", indicó el jurista.
La semana pasada, el grupo mediático Rossiya Segodnya informó que los empleados de Sputnik en Estonia recibieron cartas del Departamento de Policía y la Guardia de Fronteras del país báltico con amenazas directas de iniciar un proceso penal en su contra si no dejan de trabajar para el medio antes del 1 de enero de 2020.
Las autoridades estonias justifican su exigencia con las sanciones impuestas por la UE el 17 de marzo de 2014 contra varias personas y entidades a la luz de los acontecimientos en Ucrania.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el acoso a Sputnik Estonia como "una manifestación de cinismo".