"La investigación estudia varias versiones, incluidos el mal funcionamiento técnico de la aeronave, las condiciones climáticas y meteorológicas, así como posibles errores en el pilotaje", dice el comunicado del departamento.
El titular del Interior kazajo, Erlán Turgumbáev, prometió llevar a cabo una investigación "cualitativa y objetiva" del accidente aéreo.
"La investigación examina todos los documentos, grabaciones de audio y vídeo, se han ordenado una serie de exámenes sobre el estado de la aeronave", señaló.
El viceministro de Industria y Desarrollo de Infraestructura, Berik Kamaliev, declaró este 28 de diciembre que los registradores de vuelo del avión serán entregados para el descifrado al Comité Interestatal de Aviación de Rusia.
El 27 de diciembre, el avión, que operaba el vuelo Z2100 de Almaty a Nur-Sultán con 93 pasajeros y cinco tripulantes a bordo, no pudo ganar altitud tras despegar, atravesó una valla de hormigón y chocó contra un edificio en construcción, de dos pisos, que afortunadamente estaba vacío.
Hasta que se aclaren las causas del siniestro, las autoridades han suspendido los vuelos de aviones Fokker-100 en Kazajistán y la licencia de Bek Air, la primera aerolínea kazaja de bajo coste creada en 1999.
Este 28 de diciembre se declaró día de luto nacional en Kazajistán.