"No estamos en condiciones de garantizar la prueba de historia, atendiendo los hechos y las condiciones del país, y no va a poder ser tomada en este proceso", confirmó en conferencia de prensa el vicepresidente del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch), Aldo Valle.
El martes 7, en suma, se filtró entre los estudiantes las respuestas del test de historia, lo que obligó a suspender temporalmente esa parte de la PSU.
Si bien, muchos alumnos esperaban que se diera una nueva fecha para la rendición de la prueba de historia, el Cruch explicó este jueves que por problemas de logística, no podrá llevarse a cabo, ya que "para historia se inscribieron más de 200.000 estudiantes".
Valle detalló que la solución para aquellos estudiantes será que, el mejor puntaje que obtengan en las pruebas de matemáticas o lenguaje se le asignará a la evaluación de historia.
La PSU es la prueba nacional que deben rendir los estudiantes secundarios para matricularse en una universidad o un instituto técnico superior y consta de cuatro pruebas: lenguaje, matemáticas, historias y ciencias.
El llamado a boicot fue realizado por varias organizaciones estudiantiles como la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) y la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), quienes afirman que la PSU es una herramienta segregadora que privilegia a aquellos alumnos que egresan de colegios privados y de estratos sociales altos.
Este miércoles, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) criticó la gestión del Gobierno ante el boicot a la prueba, afirmando a través de un comunicado que se vulneró el derecho a la educación debido a que no se garantizó que todos pudieran rendir la PSU.