Como en la mayoría de la galaxias, en el centro de la Vía Láctea existe un agujero negro supermasivo llamado Sagitario A*. Atrae constantemente estrellas, polvo y otra materia hacia el interior, formando una megalópolis estelar 1.000 millones de veces más densa que nuestro rincón de la galaxia.
Según los investigadores, podrían ser un extraño híbrido de gas y estrella.
Basándose en su forma, órbita e interacciones con el agujero negro, los investigadores sugirieron que cada objeto es un par de estrellas binarias, es decir dos estrellas que giran una alrededor de la otra. Estas estrellas binarias fueron aplastadas por la gravedad del agujero negro hace millones de años y todavía están derramando nubes de gas y polvo como consecuencia de la colisión.
"Los agujeros negros podrían estar llevando a las estrellas binarias a fusionarse", dijo Andrea Ghez, coautora del estudio y profesora de astrofísica de la Universidad de California en Los Ángeles.
¿Estrella o nube gaseosa?
"Pasó de ser un objeto bastante inocuo cuando estaba lejos del agujero negro a uno que estaba realmente estirado y distorsionado en su aproximación más cercana", comentó Ghez.
En los años posteriores al encuentro, G2 se volvió más compacto de nuevo. Los investigadores sugirieron que algo gravitatoriamente poderoso está manteniendo la el objeto unido, lo que significa que probablemente sea una estrella de algún tipo.
Nuevas evidencias
Los autores del estudio pasaron varios años estudiando el centro de la galaxia desde el Observatorio W.M. Keck en Hawái, buscando más objetos potenciales de este tipo.
Los nuevos objetos parecen nubes compactas de gas la mayor parte del tiempo, dijeron los investigadores, pero cuando sus órbitas los acercan al agujero negro, se deforman y se alargan, al igual que el G2.
La explicación más probable es que los glóbulos G son productos de estrellas binarias que se suavizaron por la gravedad del agujero negro, escribieron los autores.
El número de objetos tipo G observados encaja con el porcentaje esperado de estrellas binarias en el centro de la galaxia, agregaron. Además, debido a que las estrellas tardan cerca de un millón de años en fusionarse, los objetos podrían haber nacido durante el último evento conocido de formación estelar cerca de Sagitario A*, que tuvo lugar hace cerca de cinco millones de años.
El estudio se publicó en la revista Nature.