Hyundai planea invertir 80 millones de euros —más de 88 millones dólares — en Arrival, mientras que Kia asignará recursos financieros por valor de 20 millones de euros — más de 22 millones de dólares—, revela el comunicado publicado por Hyundai. Sin embargo, estas cifras palidecen ante el valor de la empresa británica, que en el proceso del acuerdo fue estimado en 3.000 millones de euros, lo que la convierte en una de las compañías emergentes más caras en el Reino Unido, comunicó al periódico ruso RBK un representante de Arrival.
Se espera que invertir estos recursos les asegure a estos dos fabricantes asiáticos la participación del 3,33%. Ahora, Sverdlov sigue siendo el principal accionista de Arrival.
En cuanto a Arrival, la firma de este acuerdo señala que la empresa se está moviendo en la dirección correcta, considera el analista Michael Harley, de la empresa Kelley Blue Book. Según el experto, citado por el portal Wired, los gigantes automovilísticos como Hyundai y Kia raramente invierten recursos tan grandes en empresas recién establecidas.
A su vez, el principal estratega de Arrival, Avinash Rugoobur, destacó que muchas empresas emergentes han aparecido en los últimos años en la industria automovilística y solo la de Sverdlov tiene bienes competitivos que ofrecer al mercado de autos eléctricos, cada vez más creciente.
En vez de levantar enormes fábricas como ha hecho la empresa china Byton o hacer uso de las viejas como ha hecho la estadounidense Tesla, Arrival planea fundar las llamadas microfábricas, que se ubicarán cerca de sus consumidores y producirán unos 10.000 vehículos al año. Según Rugoobur, su empresa puede permitirse plantas pequeñas porque en la producción de sus vehículos no se utilizan instalaciones de estampación metálica o talleres de pintura.
La alianza establecida por Hyundai, Kia y Arrival es otro ejemplo más de cómo los mayores fabricantes de automóviles del mundo pasan a invertir los enormes recursos financieros en las empresas emergentes para unirse a la tendencia de producir autos más ecológicos. Previamente, el gigante estadounidense Ford había invertido 500 millones de dólares en la empresa Rivian, que produce camiones eléctricos.