De acuerdo con la organización del evento, titulado Recordar el Holocausto, luchando contra el antisemitismo, su mensaje es claro: el antisemitismo no tiene cabida en nuestra sociedad global.
El evento se celebró en Yad Vashem, Jerusalén, y marca el 75 aniversario de la liberación de Auschwitz y el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
En el campo de exterminio de Auschwitz, que fue gobernado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, murieron cientos de miles de judíos y de prisioneros no judíos.
En su discurso inaugural, el presidente de Israel, Reuven Rivlin, dijo que "el antisemitismo es una enfermedad que amenaza a la sociedad por dentro y a la que ninguna democracia es inmune".
"El Estado de Israel no es una compensación por el Holocausto, es la patria del pueblo judío, de donde venimos y adonde regresamos", dijo Reuvlin.
El mandatario considera que "el antisemitismo es una enfermedad crónica (…) pero Israel será siempre una garantía para la comunidad judía del mundo".
Por su parte, el primer ministro Benjamín Netanyahu dijo: "Prometo que las palabras ya no son un eslogan vacío, sino un imperativo que continuará con nuestra campaña. De la independencia al poder, de Auschwitz a Jerusalén, de la oscuridad a la luz".
Netanyahu agradeció el enorme esfuerzo y sacrificio que los aliados hicieron durante la Segunda Guerra Mundial y por el que pagaron con millones de vidas: "sin esas víctimas hoy no estaríamos vivos", sentenció.
Aprovechó una parte de su discurso para atacar a Irán, lamentando que la comunidad internacional no se haya unido contra ese país.
El presidente Putin, recordó que el 40% de las víctimas de los crímenes nazis fueron ciudadanos soviéticos.
Putin recordó que los nazis quisieron aplicar lo que denominaron la "solución final", la eliminación de todos los judíos, que calificó como "uno de los puntos más bajos de la historia humana".
"Recuérdese que hubo colaboradores de estos horribles actos y que su crueldad superó la brutalidad nazi. No solo los nazis, sino también los colaboradores de muchos países europeos, trabajaron en los campos de exterminio", recalcó el presidente ruso.
Por su parte, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, dijo: "Hoy no solo recordamos la liberación de Auschwitz, sino también el triunfo de la libertad, su restauración a su lugar legítimo entre las naciones. Recordamos la larga noche del pasado, sus supervivientes y sus rostros. En Jerusalén decimos con una sola voz: "Nunca más".
"El mundo tiene que posicionarse con ustedes contra Irán, el único país del mundo que niega el Holocausto y amenaza con borrar a Israel del mapa", agregó Pence.
En su alocución, el presidente Macron dijo: "El antisemitismo es ante todo un problema de los otros, no solo un problema de los judíos", y añadió que Europa, donde el antisemitismo se está expandiendo rápidamente, no puede permitir que se repita otro Holocausto.
La ceremonia del Foro Mundial del Holocausto "será una advertencia al mundo entero para que no se baje nunca la guardia contra el antisemitismo, la violencia y el fascismo", declaró el mandatario italiano.
En palabras de Mattarella, "Italia también tuvo su página negra, particularmente grave, por eso es consciente de que hay que afirmar constantemente la necesidad de combatir el antisemitismo y de sensibilizar a los jóvenes".
