"Según la información recibida por el Centro (...) representantes de la organización pseudo humanitaria Cascos Blancos llegaron a la localidad de Kafr Hamrah, en la gobernación de Alepo, y a las de Maarrat Misrin y Ariha, en la gobernación de Idlib, bajo la protección de combatientes del grupo terrorista Hayat Tahrir Al Sham (proscrito en Rusia), llevando consigo unos recipientes supuestamente con el gas cloro", dijo Borenkov.
Borenkov expresó su convicción de que los combatientes planean volver a realizar provocaciones con el uso de sustancias tóxicas.
Tienen por "objetivo acusar a las autoridades sirias de usar armas químicas contra la población civil", explicó.
Además, Borenkov afirmó que en unas localidades de Idlib hay laboratorios en los cuales "especialistas formados en varios países europeos" crean sustancias tóxicas.
Los Cascos Blancos, que recibieron un amplio apoyo en Occidente, oficialmente declaran que su objetivo es el rescate de los civiles en las zonas de conflictos armados.
Sin embargo, el Ministerio de Exteriores ruso calificó la labor del organismo como un elemento de la guerra informativa que va dirigida en contra de las autoridades sirias.
El Ministerio de Defensa ruso considera además que esa entidad está implicada en la escenificación de los supuestos ataques químicos en las localidades sirias de Jan Sheijun en 2017 y Duma en 2018.