Se llama Allende y chocó contra nuestro planeta en 1969, concretamente en un desierto de México durante una lluvia de fragmentos espaciales incendiados. La gran sorpresa ha llegado al descubrir en su interior material interestelar más antiguo que el propio sistema solar. Se trata de un caso muy similar al del meteorito caído en Australia en ese mismo año.
Este meteorito contiene carburo de silicio (SiC) en su interior, concretamente en una inclusión llamada Curious Marie (en honor a Marie Curie), que es un tipo de inclusión rica en calcio y aluminio. "Lo sorprendente es que los granos presolares estén presentes", ha comentado la investigadora de física y cosmoquímica a cargo de la investigación, Olga Právdivtseva.
La sorpresa se debe a que las inclusiones ricas en calcio y aluminio se formaron, según los científicos, en unas condiciones de calor extremo provocadas por la nebulosa solar que propició la creación del Sol y el sistema solar. Por tanto, los granos de Allende, compuestos de SiC, se deberían haber desintegrado.
"Está ampliamente aceptado que las inclusiones ricas en calcio y aluminio se formaron cerca del Sol a temperaturas superiores a los 1.500 grados Kelvin [1.227 grados centígrados], donde los granos presolares no habrían podido sobrevivir", en palabras de los expertos a cargo de la investigación.
Por ahora la comunidad científica no comprende cómo el carburo de silicio de otra estrella se pudo introducir en el meteorito Allende, pero lo cierto es que lo hizo, y eso invita a reflexionar y, quizás, a plantear cambios en lo que creemos saber sobre la química en las primeras etapas del sistema solar.
"Aunque las inclusiones ricas en calcio y aluminio (…) han sido estudiadas con profundidad, aún quedan incógnitas en lo que respecta a la naturaleza y el origen de las anomalías isotópicas que presentan", han informado los investigadores.