Para EEUU era importante que el Reino Unido negase a Huawei el acceso a sus redes inalámbricas 5G debido a que Londres no es solo un socio importante de Washington en la alianza de inteligencia Cinco Ojos —integrado también por Australia, Canadá y Nueva Zelanda— sino también un agente clave en el mercado de telecomunicaciones de Europa.
Alemania todavía no ha tomado la decisión final sobre Huawei, mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, se manifestó en contra de vetar por completo el uso de equipos chinos, a pesar de la presión ejercida por los servicios de inteligencia del país teutón.
Canadá tampoco tiene una posición establecida respecto al gigante chino. Mientras que el Servicio de Seguridad de Inteligencia de Canadá aboga por prohibir los equipos de telecomunicaciones de Huawei, el Centro de Seguridad de Comunicación está en contra de adoptar este enfoque y considera que el país puede controlar los riesgos.
En particular, las autoridades británicas decidieron seguir aplicando la misma estrategia con respecto a Huawei que habían utilizado antes: no permitirle acceder al núcleo de sus redes, donde se encuentran los servidores que guardan los datos y donde se efectúa su enrutamiento. Además, se le prohibió a Huawei alojar sus equipos cerca de las instalaciones estratégicamente importantes, como bases militares y construcciones nucleares
Por su parte, Huawei aplaudió la decisión de las autoridades británicas. El vicepresidente de la empresa, Victor Zhang, destacó a Sputnik que gracias al gigante chino, Reino Unido podrá acceder a tecnologías avanzadas y asegurará que su mercado de telecomunicaciones sea más competitivo.
"Hemos suministrado tecnología de punta a los operadores de telecomunicaciones del Reino Unido durante más de 15 años (…) Estamos de acuerdo que un número amplio de proveedores y la competición honesta son esenciales para poder asegurar la confiabilidad de las redes y la innovación, así como para generar confianza en los consumidores de que utilizan la mejor tecnología posible", concluyó.
A su vez, EEUU insiste en que la táctica adoptada por el Reino Unido respecto a Huawei no puede garantizar la protección del país contra las filtraciones de datos sensibles. No obstante, la secretaria británica de Estado para la Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, Nicky Morgan, comentó que esta táctica de Londres fue tomada exclusivamente para solucionar problemas concretos del país.
El veto que podría haberse impuesto al acceso de la empresa china a las redes inalámbricas, conllevaría unos enormes gastos y haría que el país se retrasara en el desarrollo de las tecnologías de comunicaciones de quinta generación cinco o siete años.
Hoy en día es difícil imaginarse el mundo de las telecomunicaciones sin los equipos del país asiático, destacan varios medios de comunicación chinos. Los países occidentales no han protegido y no han apoyado lo suficientemente su industria de telecomunicaciones en los últimos 20 años, mientras que Pekín ha pensado de manera estratégica. Ahora, ni un solo fabricante europeo es capaz de ofrecer el abanico completo de soluciones y servicios en la industria de telecomunicaciones.