Con su continua participación en el conflicto sirio el país otomano intenta palpar los límites de sus capacidades y ponerse a prueba en los distintos contextos de la agenda mundial, opina Stanislav Bishok, director ejecutivo de la agencia de monitoreo internacional CIS-EMO.
"La idea de crear el mundo turco sigue siendo atractiva para muchas personas. Por ello, los polos regionales [como Turquía] intentan encontrarse a sí mismos en este mundo nuevo y cambiante", aseveró.
Ankara en repetidas ocasiones ha sorprendido a los politólogos con sus actividades militares en Siria.
Una de estas sorpresas tuvo lugar después de que los soldados sirios aprisionaran a varios extremistas que les revelaron qué papel había desempeñado el país otomano en la creación del grupo terrorista Frente Al Nusra. Uno de los rehenes recordó haberse fugado a Turquía tras el inicio de los combates de la oposición con los terroristas del grupo. Allí, personas desconocidas le amenazaron de muerte y tomaron como rehenes a sus familiares para que se alistase en las filas de esta organización extremista. Otro prisionero reveló haberse alistado en Al Nusra por una recompensa.
La guerra que continúa librándose en Siria empezó como una protesta dinámica interna contra el Gobierno de Bashar Asad.
"Cuando las turbulencias pasaron a convertirse en actividades militares, otros países que perseguían objetivos distintos comenzaron a involucrarse en el conflicto. Estos Estados apoyaron un caleidoscopio de distintos grupos radicales", mencionó el experto.
Además, destacó que ahora el conflicto sirio tiene carácter localizado. Es decir, los combates no se libran en todo el territorio del país y grupos no tan numerosos participan en estas batallas.