Las protestas se han sucedido en Francia desde que Édouard Philippe, el Primer Ministro, anunciara en diciembre una polémica reforma del sistema de pensiones del país. Las negociaciones a nivel oficial comenzarán a mediados de febrero en la Asamblea Nacional de Francia.
Los cambios propuestos han provocado protestas pacíficas pero que han entorpecido las comunicaciones y el transporte por tierra, mar y aire. París ha quedado casi totalmente paralizada en varias ocasiones tras las huelgas nacionales que los sindicatos han convocado para mostrar su descontento.
Pero lo más inaceptable para los franceses es la extensión de la edad mínima de jubilación anunciada por el Gobierno galo, según la cual los trabajadores tendrán que esperar hasta los 64 años para retirarse si quieren cobrar la jubilación plena.