Los aspirantes son el actual secretario general del organismo, el uruguayo Luis Almagro, el diplomático peruano Hugo de Zela, y la excanciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa.
"El Perú propone con mi candidatura una alternativa equilibrada ante perspectivas polarizadoras que están debilitando la efectividad y relevancia de la OEA como foro multilateral hemisférico", afirmó De Zela, quien fuera dos veces jefe de Gabinete de la secretaría general del organismo.
El diplomático peruano, uno de los creadores del Grupo de Lima sobre Venezuela, añadió que la secretaría general "tiene que trabajar estrechamente" con los Estados miembros con el objetivo de "atenuar la polarización" actual, y buscando acercar las "posiciones divergentes".
El actual secretario general de la OEA ha dirigido duras críticas al presidente venezolano Nicolás Maduro, principalmente desde las redes sociales, y en septiembre de 2018 afirmó que no podía descartarse una intervención militar en ese país.
El candidato peruano sostuvo al respecto que "plantear el uso de la fuerza como solución a una crisis es renunciar a la esencia de la OEA; obviamente las polémicas públicas despiertan la atención de la prensa, pero el papel de la OEA no reside en el protagonismo de las redes sociales".
Revitalizar la OEA
En una línea similar se manifestó la candidata ecuatoriana, quien propuso renovar al organismo y crear un código de ética para la secretaría general.
"Propongo organizar mi gestión alrededor de tres ámbitos de trabajo: la renovación y revitalización, un relanzamiento de su agenda programática y un código de ética para el rol de la secretaría general", dijo Espinosa, quien fuera presidenta de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas durante el 73º periodo de sesiones del organismo, entre septiembre de 2018 y setiembre de 2019.
Como parte de su agenda, en caso de lograr la secretaría, Espinosa adelantó que llevará adelante una política de cero tolerancia al acoso sexual y laboral y a toda forma de discriminación.
El presidente ecuatoriano Lenín Moreno ha dicho que apoyará la candidatura de Almagro.
Continuismo
Por su parte, el actual secretario general, quien asumió en mayo de 2015 tras desempeñarse como canciller de Uruguay en el Gobierno de José Mujica (2010-2015), aspira a renovar su mandato, aunque al tomar posesión de su cargo aseguró que no buscaría una reelección.
En su disertación del 12 de febrero Almagro se refirió a los logros de su gestión, destacando el de recuperar a la OEA del déficit económico que tenía cuando él ingresó.
"Cuando heredamos esta administración había nueve millones de dólares de déficit en el fondo de reserva, hoy hay 16 millones de dólares de superávit; eso sin aumentar las cuotas", afirmó Almagro, quien fue expulsado del partido político al que pertenecía en su país, el gobernante Frente Amplio (FA), luego de sus afirmaciones sobre la intervención militar en Venezuela.
El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien asumirá su cargo el 1 de marzo, tres semanas antes de la elección en la OEA, anunció que apoyaría la candidatura de Almagro, algo que no hubiera ocurrido si el FA se mantenía en el poder.
"Esto quiere decir que debemos atender las crisis de todo el hemisferio, sean migratorias, políticas, de derechos humanos o de desastres estructurales", expresó.
Para ganar la votación, que se hará en una Asamblea General, son necesarios 18 votos de los 35 Estados miembros (todos los americanos, aunque Cuba no participa en la OEA).