"Las condiciones están dadas para que en algún momento se provoque un tsunami en el sur de la costa atlántica", explicó el científico, al destacar que no se trata de una fantasía científica.
En general, se produjeron al menos tres tsunamis en la zona de Magallanes y Ushuaia en un período que abarca entre 1.000 y 6.000 años. El lago más grande de Tierra del Fuego, el Fagnano, se formó siguiendo la traza de una fractura conocida como la falla de Magallanes, una de las más activas del planeta.
"Es un fragmento de corteza que al frotarse con otra porción puede liberar una energía tan potente como para provocar un terremoto", indicó a Infobae.
El último terremoto en la zona ocurrió en 1949. Fue un sismo de 7,9 y fue "uno de los más fuertes que existieron desde que se tienen instrumentos de medición en la Argentina".
De esta manera, el geólogo está convencido de que "tarde o temprano es altamente probable que haya un tsunami en Tierra del Fuego y Santa Cruz, en el Atlántico Sur".
Si se produce un tsunami en la zona, las ciudades de Río Grande y Río Gallegos se verían muy afectadas "tanto por su ubicación cercana a la falla de Magallanes como por lo bajo de sus costas", explicó el científico.
El geólogo propone seguir el ejemplo de Chile que tiene una enorme experiencia en los procedimientos sísmicos. Por ejemplo, tener marcadas las zonas de riesgo, las de evacuación y además familiarizar a la gente con la presencia continua de cartelería. En otras palabras, hay que contribuir a la creación de una conciencia sísmica, asegura el científico.
"Esto no es para sembrar el pánico ni quiere decir que mañana o en este siglo vaya a ocurrir un tsunami. Pero siento la obligación de hacer conocer estas cosas a la comunidad y a los gobiernos para que cuando llegue estemos preparados", concluyó.