Los pilotos de la aviación estratégica volaron a altitudes bajas y medias y pusieron a prueba su habilidad de superar el sistema de defensa aérea de un enemigo virtual. Realizaron también una reubicación de aviones entre bases.
Los vuelos tuvieron lugar en condiciones climáticas adversas, con la presencia de nubes, precipitaciones y fuertes ráfagas de viento.
También conocido por su apodo de cisne blanco, el Tu-160 es el bombardero más grande y más veloz en servicio en el mundo.