"Es una de las fiestas tradicionales ancestrales más importantes, que se celebra en todos los puntos del país, cada uno con su estilo, cada uno destacando los rasgos identitarios de cada pueblo, de cada ciudad, y en eso reviste la importancia de la celebración", señaló la Comisión.
La Dirección de Cultura de la Cámara de Diputados argentina organizó la celebración Carnavales Federales que se desarrolla en el Anexo del Congreso de la Nación hasta el 5 de marzo y que incluye muestras de fotografía y pintura y presentaciones de comparsas y murgas.
Subvertir el orden
Guido Piotrkowski, fotógrafo y cronista argentino, inmortaliza imágenes de carnavales por el mundo desde hace 17 años.
En esta muestra participa con imágenes de los carnavales de Tilcara (norte), Buenos Aires y San Antonio de los Cobres (noroeste).
Como ejemplo, señaló que en la región del Litoral (noreste), por ejemplo en Gualeguaychú, las celebraciones fueron influenciadas por la cultura brasileña.
Distinto es lo que sucede en el norte y noroeste del país, donde se da una fusión, "un sincretismo andino y español muy típico de esa región que también se da en Bolivia, por ejemplo", dijo el fotógrafo.
"En Tilcara (un pueblo enclavado en las montañas de la norteña provincia de Jujuy) se mantienen vivas las tradiciones de las invitaciones: cada familia invita a las comparsas a tocar en la puerta de su casa, se mantienen vivas las tradiciones de los diablitos y se mezclan con los rituales de la Pachamama (la madre tierra en las culturas indígenas de los Andes)", dijo el cronista.





Los mismo ocurre en la celebración de San Antonio de los Cobres, en la provincia de Salta, "uno de los carnavales más altos del mundo porque es una ciudad 4.000 metros de altura", dijo Piotrkowski.
"Cada cual con sus tradiciones, con sus ritmos, su música, su forma de celebrar: en el norte se adora a la Pachamama, pero también hay una penetración de la Iglesia (Católica) grande, entonces se mezcla esa cosa pagana, cristiana y andina", añadió.
En las fotos de Piotrkowski se refleja su interpretación del espíritu del carnaval: "alegría, fiesta, distensión".
Es el significado del carnaval: "subvertir el orden establecido; las clases sociales se equiparan, los grandes son como niños, los niños pueden jugar a ser ricos y los ricos a ser pobres, esa cuestión originaria de raíz del carnaval, son los días en los que uno se distiende", sostuvo.
El fotógrafo relató que en el norte de su país se nota mucho cómo las personas trabajan todo el año para "tirar todo por la ventana (en carnaval), salir a desenchufarse, a sacar el diablo que hay adentro, el diablito es una figura muy importante en el carnaval y hay lugares en el norte donde las comunidades son muy tranquilas, muy sumisas, muy calladas y en el carnaval se transforman".
Hombres pájaro
Ariel Pacheco, fotógrafo que hace 10 años se dedica a registrar las fiestas de su provincia Catamarca (noroeste), participa en la exposición con su muestra "Comparsas de Mutquín- Catamarca. Coplas, color y ritual".

"Sentía que no se lucía o apreciaba todo el simbolismo de sus trajes en las fotos en las actuaciones, decidí hacer el retrato de cada uno de ellos, como si fueran fotos de estudio", dijo el fotógrafo a Sputnik.
Según la tradición, el martes de Chaya es para ofrendar y agradecer a la Pachamama por ejemplo por las buenas cosechas.
A las comparsas, el carnaval "les parece el pilar fundamental para la transmisión de su cultura a las nuevas generaciones, piden al Estado que se dicten talleres relacionados a los cantos y los simbolismos de los carnavales del lugar como parte de la currícula", relató Pacheco.

A los integrantes de las comparsas "se los conoce como los "Hombres Pájaro" y simbolizan la figura del hombre transmutado en un ave de colores que va de casa en casa anunciando la llegada del carnaval", dijo el fotógrafo.
"Por ese motivo, me pareció apropiado este tipo de fotografía, debido a que, por lo general, el ritual se hace a la hora de la oración, cuando la luz diurna baja y ellos viven al pie del cerro El Manchao, y los trajes no se lucían bien", explicó Pacheco.
Los atuendos tienen muchos simbolismos que diferencian los rangos entre los distintos integrantes de las comparsas y entre un conjunto y otro.

En la capital
Lxs Quitapenas es una murga "porteña" (de la capital argentina) que desde hace casi 30 años sale del barrio de Barracas y participa de las celebraciones en la Cámara de Diputados.
"El carnaval fue mutando y creciendo en Buenos Aires; pensemos que hace 30 años no existía el feriado, una de las pocas actividades concernientes al carnaval eran las murgas, las que se sostuvieron y las que empezaron a salir a partir del regreso de la democracia creo que han permitido que se vuelva a instalar el festejo de carnaval", dijo Santella.
Luciana Vainer, también integrante de Lxs Quitapenas, señala que en 1992 en la ciudad había cuatro corsos y unas ocho o nueve agrupaciones, en 1997 había 19 agrupaciones y seis corsos y hoy hay alrededor de 34 corsos y unas 150 agrupaciones.
"Toma el espacio público para un fin que tiene que ver con la recreación y promueve la organización comunitaria, el encuentro y el aprendizaje", añadió.
Vainer destacó la participación de las mujeres en las murgas.
"Así como el feminismo está interpelando a la sociedad, lo mismo pasa en la murga, es una temática trasversal que replantea la organización de cada agrupación en muchos sentidos", dijo.
Las mujeres están en las murgas desde hace varios años, "pero desde que volvió la democracia había pocas agrupaciones en las que participaban mujeres, en general en roles más de ayuda, de la costura" de trajes, comentó.
La murga busca realizar esta crítica desde el humor y la ironía, "reírse de las situaciones y por ahí ayudar a sentirse mejor, a recuperarse de lo cotidiano, la murga pone en la calle la voz de la gente común y al andar por los barrios y distintos escenarios va contando su mirada sobre la realidad", sostuvo.
Santella señaló que si se pudiera hacer un recuento de los últimos 100 años de murga, recabando "qué se cantaba, se podría cantar la (historia de) Argentina a través de las canciones y de las glosas".
El carnaval es una celebración previa a la cuaresma cristiana; en Argentina se declararon días festivos de carnaval en los años 50, y en 1976 fueron abolidos por la dictadura militar.
Un decreto de 2010 volvió a establecer el carnaval como feriado nacional.