"Es inadmisible que Turquía utilice el tema de los migrantes para presionar a Europa", dijo Le Drian, al responder a una pregunta de los diputados de la Asamblea Nacional [Cámara Baja del Parlamento].
Al agravarse la situación en la provincia siria de Idlib, Turquía declaró que ya no puede contener los flujos de migrantes y refugiados y abrió sus fronteras con la Unión Europea, tras lo cual miles de migrantes se dirigieron a Grecia.
En marzo de 2016, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron con Turquía un plan conjunto de lucha contra la crisis migratoria.
El plan prevé, en particular, la concesión de ayuda financiera a Turquía para la acogida de refugiados, el retorno a Turquía de todos los migrantes que entraron ilegalmente en Grecia desde el territorio turco y la acogida por la UE de los migrantes legales sirios procedentes de Turquía.
En este contexto el canciller señaló que el acuerdo firmado entre la UE y Turquía debe ser respetado.
"Europa y los países miembros [de la UE] llevan cumpliéndolo cuatro años", apuntó Le Drian, al subrayar que Ankara tiene que hacer lo mismo.
Los derechos humanos
La Unión Europea destaca la necesidad de combinar la protección de fronteras europeas en el territorio de Grecia con el respeto a los derechos humanos y al derecho internacional, declaró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en rueda de prensa que se transmitió por el canal de televisión de la UE.
"La UE apoya plenamente lo que hace Grecia los últimos días para proteger sus fronteras (…) y al mismo tiempo señala la necesidad de acatar el derecho internacional y respetar los derechos humanos", señaló.
Michel, junto con la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, visitan este 3 de marzo Grecia y, en particular, su frontera con Turquía en medio de una nueva crisis migratoria.
Michel recordó la existencia del acuerdo migratorio entre la UE y Turquía, dijo que es necesario cumplirlo y que la UE lo hará por su parte.
La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados informó este 3 de marzo que unos 1.400 inmigrantes y refugiados lograron cruzar la frontera entre Turquía y Grecia en los primeros dos días de marzo.
Muchos medios critican a Grecia por el mal trato a los inmigrantes tras el aumento de su afluencia a la frontera greco-turca y los intentos de cruzarla ilegalmente, así como por la moratoria que impuso Atenas al estudio de las solicitudes de concesión de asilo.