En un vídeo, compartido con los medios rusos por los militares sirios, Souda reveló que se había unido al grupo Mahavir as-Saura y que fue entrenado por los militares de EEUU, quienes luego le pagaron un salario de 500 dólares mensuales.
"No hubo problemas con las armas: las recibimos de los propios militares estadounidenses. Fueron importadas a través de Arabia Saudí y Jordania", informó el excoronel, quien agregó que "las mejores armas eran las de la OTAN".
Souda admitió que después de ser entrenados, los combatientes fueron enviados al este del Éufrates, para luego realizar sabotajes en las instalaciones petroleras y de infraestructuras, controladas por el Gobierno, "para hacer daño e intimidar a la gente".
Souza desertó en 2013 debido a las amenazas contra su familia por parte del grupo terrorista ISIS (proscrito en Rusia y otros países). En 2016, empezó a colaborar con los militares estadounidenses y se convirtió en un comandante de un punto de apoyo en Al-Tanf. En diciembre de 2019, fue encarcelado por 58 días por usar el celular en el territorio de la base militar estadounidense.
Luego, optó por abandonar Al Tanf junto a su familia. Tras la detención, Souza proporcionó información sobre las agrupaciones armadas ilegales, el número de personal y armas en la base estadounidense, además de la ubicación de algunas instalaciones importantes.