Miles de personas —la mayoría de ellas con mascarillas o guantes—se congregaron en las plataformas y en los trenes, a pesar de las medidas de seguridad establecidas por las autoridades españolas. La gente se vio obligada a viajar en los vagones sin guardar la distancia de seguridad de un metro.
Sin embargo, pasada la hora punta, la situación se ha normalizado. "El servicio se está prestando con normalidad", declaró un portavoz de Cercanías.
España permanece desde el 14 de marzo en estado de alarma debido a la creciente propagación del coronavirus, que suma en todo el país más de 11.100 enfermos y 491 fallecidos, algo que convierte al país europeo en el cuarto foco de COVID-19.