"Se prohíben los vuelos comerciales o privados con las Baleares desde cualquier aeropuerto nacional. También quedan prohibidos todos los vuelos privados a nivel nacional e internacional. Asimismo queda prohibido el desembarco de pasajeros de todas las procedencias", anunció en una rueda de prensa la presidenta de Islas Baleares, Francina Armengol.
Esta medida afectará a los más de 25.000 turistas que actualmente se encuentran en Baleares, para los que se programarán salidas ordenadas a sus países de origen.
"Obviamente todas las operaciones de salida de Baleares quedan garantizadas", dijo la presidenta de las islas con respecto a la situación de los viajeros extranjeros.
También se garantizará que todos los residentes de la región que se encuentran en el exterior puedan volver tras pasar controles sanitarios en la entrada.
"Para asegurarnos de que la gente que vuelve a las Islas está en óptimas condiciones de salud se hará un cuestionario previo y cuando lleguen al aeropuerto o el puerto se hará un cribado", detalló Armengol.
Se mantendrán los vuelos por causas de fuerza mayor, como tratamientos médicos o trabajos esenciales.
Para estas situaciones de excepción se habilitarán tres vuelos diarios a Palma de Mallorca, con procedencia de Barcelona, Madrid y Valencia, así como un vuelo diario entre islas.
"Las islas quedarán prácticamente cerradas", declaró la presidenta sobre las estrictas medidas, que entrarán en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado español.
El Gobierno de Baleares también solicitó al Gobierno de España el cierre de hoteles y de los alojamientos de vacaciones.
Es una medida que previsiblemente se abordará en el Consejo de Ministros de este 17 de marzo, que a su conclusión anunciará una nueva batería de medidas para hacer frente al coronavirus.