Primero, los tiradores se calentaron pulverizando unos bloques de hielo desde una distancia de 700 metros: una tarea que no parece causarles dificultad alguna. Después de ello, los francotiradores elevaron el nivel de dificultad al poner como dianas… unos casquillos de balas, que abatieron con éxito a una distancia de 150 metros.
Una de las tácticas de los francotiradores que se pueden apreciar en el vídeo son los disparos simultáneos, que les permiten confundir al enemigo, tanto en términos de su ubicación como en el número de los tiradores.
Sin embargo, aparte de la precisión no es la única habilidad que debe dominar un francotirador de élite: también debe ser rápido al disparar y debe ser capaz de hacerlo desde las posiciones más incómodas. Esto es algo que se ilustra muy bien en un vídeo publicado por el Ministerio de Defensa de Rusia, donde se muestra el entrenamiento de unos francotiradores del Ejército ruso.