"Los estadounidenses asesinaron a nuestro gran general, no lo dejamos sin respuesta y nunca lo dejaremos", dijo el mandatario en un acto público transmitido por la cadena televisiva IRINN.
El pasado 3 de enero, las tropas estadounidenses mataron a Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, en un ataque aéreo en Irak. En represalia, el Ejército iraní bombardeó dos bases militares estadounidenses en Irak y causó más de un centenar de soldados heridos, algo que al principio negó el Pentágono.
"Los estadounidenses pensaron que habían roto la resistencia de nuestro pueblo porque asesinaron al líder de nuestra resistencia, pero resultó todo lo contrario, la resistencia se fortaleció", recalcó.
Las declaraciones de Rohaní se producen tras los recientes ataques de grupos rebeldes contra la base estadounidense de Taji, en el norte de Bagdad, que dejaron varios muertos y heridos.
El 11 de marzo, dos militares estadounidenses y otro británico murieron en un ataque masivo contra la base por parte de un grupo rebelde. La ofensiva dejó más de diez heridos. Tres días después, los canales de televisión informaron de otro ataque con proyectiles contra la instalación.
Washington atribuyó los hechos a facciones chiítas proiraníes. Desde Irán rechazaron las acusaciones y las catalogaron de infundadas.