"Esperamos que en tres o cuatro meses el pico del virus disminuirá ya y, que en seis o siete meses más o menos Brasil entrará en la normalidad", dijo el presidente en una retransmisión en vivo de Facebook, ataviado con una mascarilla.
19 de marzo 2020, 21:49 GMT
Bolsonaro repasó algunas de las medidas tomadas el jueves por su Gobierno, como el cierre de las fronteras terrestres con los países fronterizos en América del Sur excepto Uruguay.
También citó avances médicos en el Reino Unido y EEUU para buscar un medicamento contra el COVID-19 y aseguró que una fuente suya en Israel le comentó que "en un mes" el país tendrá una vacuna.
El líder ultraderechista aprovechó para criticar las medidas restrictivas que están imponiendo algunos gobernadores, como el cierre de comercios, centros comerciales, gimnasios, etc, y el estudio de acciones más drásticas, como el bloqueo de fronteras entre estados brasileños.
"La economía tiene que funcionar, las personas no van a quedarse en casa y alimentarse de nada", criticó el presidente, que desde hace días se muestra contrario a este tipo de medidas.
Pocos minutos antes, el gobernador del estado de Río de Janeiro (sureste) Wilson Witzel, anunció que está sopesando la posibilidad de cerrar las fronteras de ese estado brasileño, el segundo más afectado por el virus SARS-CoV-2, con 65 casos.
