Se indica que esa cantidad de hielo derretido es suficiente para que el nivel de los océanos suba en dos meses unos 2,2 milímetros.
"Las cifras son realmente enormes", dijo una de las autoras de la investigación, Isabella Velicogna.
La investigación muestra que el verano pasado se derritió más del doble de hielo que lo estipulado por promedio anual entre 2002 y 2019, que era de unas 268.000 millones de toneladas.
La científica resaltó que en la Antártida el deshielo masivo continúa, pero se compensa por el crecimiento de la cantidad de hielo "en el sector atlántico de la Antártida Oriental, provocado por un aumento en las nevadas".
Previamente el Centro Estadounidense para el Clima y la Seguridad indicó en un informe que un escenario de cambio climático a corto plazo, en el que el planeta experimentase a mediados de este siglo un calentamiento de entre uno y dos grados centígrados respecto a las temperaturas preindustriales, implicaría amenazas de seguridad "altas" y "muy altas".
Según la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés), la península antártica es una de las regiones del mundo más afectadas por el cambio climático, con un aumento de las temperaturas en casi tres grados centígrados en los últimos 50 años.
Si la Antártida se derrite por completo, advierten, el nivel del mar se elevaría unos 60 metros.