En rueda de prensa, el gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, anunció que los que más lo necesita "no tendrán recursos para la subsistencia", por lo que su Gobierno decidió lanzar "un programa humanitario que atenderá a un millón de familias".
Witzel prometió repartir los alimentos con cautela, "sin aglomeraciones", y pidió colaboración a la sociedad para respetar las medidas de prevención y evitar más contagios.
El estado de Río de Janeiro, que se estaba recuperando de la bancarrota decretada hace poco más de tres años, se enfrenta ahora a una doble crisis:
- La provocada por el nuevo coronavirus;
- La relacionada con la caída de los precios del petróleo, ya que su economía es muy dependiente de los "royalties" que genera su explotación.
Río de Janeiro es, después del vecino estado de Sao Paulo, el estado brasileño más afectado por el SARS-CoV-2, con seis de las 48 muertes registradas hasta el momento en el país y 305 personas infectadas.