El animal había perdido de vista su hoyo en la espesa capa de hielo que cubre el lago Baikal, en Rusia. Permaneció perdida sin poder volver a su ambiente habitual hasta que encontró a varias personas que no la dejaron morir de hambre.
"Esta tontita perdió su agujero, es la primera vez que veo algo así", aseveró uno de los rusos que lograron salvar a la foca mientras que sus compañeros hacían otro hoyo.
Posteriormente los residentes locales enseñaron al animal el camino de vuelta al agujero para que por fin pudiese ocultarse en las entrañas del inmenso lago.
