"IMF (en sus siglas en inglés): garanticen a Venezuela su crédito de emergencia para el COVID-19", insta esta última iniciativa de la Venezuela Solidarity Campaign (VSC).
"Fue un rechazo técnico, la decisión aún no se ha tomado, siguen discutiendo y por tanto hay que presionar", señala a Sputnik Francisco Domínguez, académico y secretario de la VSC, con sede en Londres.
Maduro solicitó 5.000 millones de dólares del Instrumento de Financiación Rápida del Fondo para combatir la propagación del virus Sars-Cov-2, que afecta al todo el mundo desde su brote original en China.
Venezuela está en cuarentena y ha registrado 91 enfermos del COVID-19, según datos oficiales del 24 de marzo.
La ayuda del Instrumento de Financiación Rápida del Fondo está libre de intereses, es incondicional y, según explica el profesor, "aliviaría la economía sin comprometer la soberanía de Venezuela".
"Este fondo se fundó precisamente para responder a la actual pandemia global", señala el escrito que la VSC invita a secundar a través de las redes sociales.
La campaña coincide con una serie de imputaciones de narcoterrorismo contra Maduro y oficiales de su administración que anunció la Fiscalía federal de Estados Unidos este 26 de marzo.
"Es una manifestación de desesperación de los gringos porque ven que el esfuerzo de más de cinco años por derrotar al gobierno venezolano se les escapa de las manos", declara a esta agencia el académico de cuna chilena.
Así, la VSC ve una conexión entre la negativa inicial del FMI y la política del presidente Donald Trump respecto a Venezuela.
"Nos preocupa que el objetivo de un ilegal 'cambio de régimen' en Venezuela haya influido en la decisión", reza la carta.
El escrito hace un llamado en contra del bloqueo que "negará los suministros sanitarios, dañará más al pueblo llano y provocará muertes inocentes" durante esta grave pandemia.