Diseñado por la empresa tecnológica Antü Energía, enfocada en el desarrollo de soluciones tecnológicas y energéticas renovables, y SmartCargo la iniciativa contó con el respaldo de la Asociación Chilena de Farmacias Populares (Achifarp) y la Asociación Chilena de Municipalidades, quienes en conjunto buscaban dar una rápida respuesta a la crisis sanitaria fruto del avance de la pandemia del coronavirus en el país sudamericano.
Una medida que produjo todo lo que se buscaba evitar, por lo que la solución en ese momento para Mata fue simple "hay que ver la posibilidad de vacunar a domicilio".
Idea que se integró a lo que ya venía trabajando la Achifarp, que estaba analizando la posibilidad de importar carros eléctricos, pero con aplicaciones mucho más diversas.

Fue así que nace este vehículo eléctrico de fabricación chilena, un monoplaza que cuenta con un sistema de refrigeración y energización a base de baterías de litio, "lo cual permite que solo un enfermero pueda visitar a domicilio a la población de alto riesgo, hacer tests del coronavirus y vacunación de influenza", explica Mata, reduciendo con ello cualquier tipo de desplazamiento de la población de riesgo, y evitando así mayores contagios.

El pequeño vehículo piloto, que inició su tarea en la comuna de Recoleta, impulsora del innovador modelo eléctrico, tiene una autonomía de 140 kilómetros de operación y 15 horas continuas de refrigeración que permiten almacenar vacunas y muestras individuales para el análisis de contagio por COVID-19, capacidades que tienen satisfechas a las autoridades comunales.
"La implementación ha sido bastante exitosa porque por ser un carrito bastante pequeño, bastante versátil, se puede meter en todos los barrios, en los pasajes más pequeños, llega hasta donde están los adultos mayores, y nos ha permitido ir vacunando ente 320 a 340 personas diarias, que tenían o problemas de movilidad o movilidad reducida, o claramente que estaban postrados", detalla el alcalde Jadue.
Hoy las comunas de Recoleta, La Reina y Peñalolén cuentan con sus vacunatorios eléctricos móviles, y dos más están en conversación con Antü Energía, quienes desean poder formar una flota de monoplazas para realizar "rutinas intensivas de vacunación" que puedan ir no solo a los grupos de riesgo que manejan los CESFAM de cada comuna, sino a empresas o domicilios, cumpliendo con los protocolos sanitarios y en base a energías sustentables que el mundo necesita.