Para Vágner es el primer vuelo espacial, mientras que sus dos compañeros de tripulación tienen cada cual dos misiones a sus espaldas.
A las 8:14 GMT, la nave tripulada se separó de la tercera etapa del vehículo de lanzamiento y entró en la trayectoria programada.
Fue el lanzamiento número 400 efectuado desde el año 1961 en la base espacial que Rusia mantiene en el territorio de Kazajistán.
Durante los 196 días de esta expedición, los astronautas deberán recibir en la EEI cuatro naves de carga: dos rusas, Progress, la japonesa HTV-9 y la estadounidense Cygnus. También les tocará en mayo dar la bienvenida a la primera nave tripulada Crew Dragon. Las caminatas espaciales no están previstas en el programa de esta misión.
Los tripulantes de la 63 expedición reemplazarán a los de la 62 en una misión que durará seis meses y medio. Los tripulantes de la anterior, entre ellos el astronauta Oleg Skripocjka de Roscomos y Jessica Meir y Andrew Morgan, de la NASA, regresarán a la Tierra el próximo 17 de abril.
A día de hoy, las naves rusas Soyuz son las únicas capaces de transportar a los astronautas al laboratorio especial.