"Ese acuerdo es históricamente importante y, sin exagerar, una hazaña diplomática pero no impedirá la caída de precios de petróleo considerando una mayor reducción de la demanda", dijo McNally, quien fue asesor presidencial para energía durante el Gobierno de George W. Bush, pero al mismo tiempo señaló que "si el acuerdo se mantiene, el mundo saldrá de la crisis antes".
El plan prevé ajustes a la baja que consta de tres etapas: en 9,7 millones de barriles diarios (mb/d) entre el 1 de mayo y el 30 de junio próximo; en 7,7 mb/d entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de este año; y en 5,8 mb/d en el período del 1 de enero de 2021 al 30 de abril de 2022.
Los miembros de la OPEP+ harán estos recortes con respecto a la producción de octubre de 2018, a excepción de Arabia Saudí y Rusia, que usarán como referencia el nivel de 11,0 mb/d.
En un principio, el acuerdo será válido hasta el 30 de abril de 2022, pero la alianza se propone revisar la prórroga en diciembre de 2021.
El pasado 6 de marzo, la OPEP y diez productores independientes pusieron fin a su anterior acuerdo sobre los recortes petroleros vigente hasta el 31 de marzo al no lograr consensuar una prórroga de la iniciativa que estaba vigente desde principios de 2017.
La ruptura del pacto petrolero, junto con la pandemia de coronavirus, hundieron el precio del petróleo a mínimos que no se veían desde principios de los años 2000.