En su discurso de toma de posesión dijo que la falta de información lleva a un nivel de "ansiedad y miedo que es enorme", y añadió: "No sólo tenemos un problema clínico, sino de administrar todo el comportamiento de la sociedad, que tiene mucho miedo".
En las últimas semanas, el presidente Jair Bolsonaro defendió abiertamente el uso de la cloroquina como medicamento contra el COVID-19, mientras que el exministro Luiz Henrique Mandetta, destituido el 16 de abril, pedía prudencia.
El cambio en el Ministerio se produce después de semanas de tensiones entre el presidente Bolsonaro y el exministro de Salud Luiz Henrique Mandetta, por las divergencias a la hora de hacer frente a la crisis del coronavirus.
El exministro siempre defendió las medidas de aislamiento social para frenar la expansión del virus, mientras que Bolsonaro minimizó la gravedad de la enfermedad y pidió volver a la normalidad para no causar más daños a la economía.
En su discurso de despedida, Mandetta evitó hacer reproches a Bolsonaro, a pesar de las tensiones de los últimos días. "Fue un honor trabajar para este equipo bajo su liderazgo y su coordinación", dijo dirigiéndose al presidente.
Según el último balance del Ministerio, divulgado el 16 de abril, Brasil cuenta con 30.425 casos confirmados de la enfermedad, 1.924 fallecidos y una letalidad del 6,3%.