La extrema situación a la que nos ha llevado el COVID-19 ha de dejado en evidencia lo desolador y nefasto que puede llegar a resultar la falta de recursos y la incapacidad política de proteger la dignidad humana. Hemos visto fotografías de personas muertas envueltas en sábanas, en los colchones donde fallecieron, en cajas de madera artesanales o simplemente en nailones, y las menos, en ataúdes.
Más de 30 médicos renuncian en el Amazonas colombiano por falta de garantías ante COVID-19
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) April 21, 2020
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De las 20 ciudades de Brasil más afectadas por la pandemia, seis son amazónicas. En Manaos, la capital del estado de Amazonas (norte) de Brasil, han comenzado a cavar fosas comunes en sus cementerios debido al rápido aumento de muertos. En Iquitos, capital del departamento amazónico peruano de Loreto (norte), muchas personas han fallecido en la fila de emergencia y se han empezado a apilar cadáveres envueltos en bolsas negras de basura. En el municipio Leticia, capital del departamento colombiano de Amazonas (sur), ha muerto gente en la calle, esperando la ambulancia.
¿Qué está pasando en la cuenca Amazónica?
A comienzos de abril las comunidades que habitan la zona exigieron a sus respectivos gobiernos tomar medidas urgentes para evitar que la pandemia del COVID-19 llegue a sus comunidades. En ese entonces la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica) pedía que se los reconociera como "poblaciones especialmente vulnerables a la pandemia" y se adoptaran medidas "culturalmente apropiadas y efectivas". Menos de un mes después, la situación es desesperante.
Nuestra organización regional d e la Amazonia Ecuatoriana @confeniae1 impulsa esta Campaña en Lenguas Originarias para prevenir el #COVID19 e informar a nuestras comunidades
— COICA Amazonia (@coicaorg) March 21, 2020
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Loreto
Aunque el Gobierno se ha dispuesto llevar auxilio social a 90.000 indígenas, el COVID-19 está pegando fuerte en sus comunidades. En Loreto, donde vive la mayor población indígena del país (unas 105.900 personas), la pandemia ha matado al menos a 50, contagiado a más de 3.000, y ha hecho colapsar los hospitales y los servicios sanitarios. Según las estadísticas oficiales, Loreto es la cuarta región del país con más infectados, pero el Colegio Médico del departamento señaló al medio local La República que hacen falta pruebas de diagnóstico y advierten que los números son bastante más bajos que los reales.
Ante la situación y por "peligro de etnocidio", la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) denunció al Gobierno peruano ante las Naciones Unidas. Lo acusan de "desatención evidente y reiterada discriminación" en los planes y estrategias para enfrentar el coronavirus. "Es cuestión de tiempo para que se conozca una masacre sin precedentes en las comunidades donde el sistema inmunológico es por general menor", aseguran en un comunicado.
Además, la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente de Perú, miembro de Aidesep, advirtió del peligro al que están expuestos los indígenas de la etnia ticuna después de que se hayan registrado los primeros casos de COVID-19 en la triple frontera de Brasil, Colombia y Perú sin que haya control del tránsito de embarcaciones por el río Amazonas, informó el medio local RPP Noticias. En la denuncia Aidesep advierte que "el Ministerio de Defensa fue y es incapaz de hacer respetar la norma de cuarentena en diversos puntos de los ríos y carreteras amazónicas".

La morgue municipal, que tiene capacidad para cremar entre dos y cuatro cuerpos al día, ha recibido más de ocho cadáveres al día y para aliviar el servicio están trabajando en el cementerio local cavando una fosa común y en un terreno habilitado en la carretera Iquitos – Nauta para enterrar a personas fallecidas por la enfermedad.
Sin embargo, el presidente de la Comisión COVID-19 y representante de la región Loreto en el parlamento peruano Leonardo Inga dijo a La República que "hay que enterrar con dignidad a esas personas. Lo están haciendo sin ataúdes, solo con las bolsas especiales y consideramos que lo deben de hacer de una forma más digna por respeto a las familias".
El ministro de Salud peruano, Víctor Zamora, dijo en conferencia de prensa que el Gobierno nacional enviará a Loreto un contingente de 50 médicos y enfermeras para reforzar la atención; asimismo indicó que se están llevando ventiladores y que se instalará un hospital de campaña que contará con 100 camas.
Desde el 16 de marzo en Perú hay cuarentena obligatoria, al cierre de esta nota, Perú contaba casi 30.000 contagios y 700 fallecidos, lo que lo ubican como el tercer país en Latinoamérica con mayor número de casos, sólo detrás de Brasil y Ecuador.
- Amazonia brasileña
En Brasil hay alrededor de 67.000 personas infectadas con COVID-19 y más de 4.600 muertes. De las 20 ciudades de Brasil más afectadas por la pandemia, seis son amazónicas, según el portal de noticias brasileño G1. La ciudad de Manacapuru es la más afectada a nivel país con una tasa de incidencia de 263 cada 100.000 habitantes y una tasa de mortalidad de 17,5.

El sociólogo y profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Federal de Amazonas Marcelo Seráfico declaró a Sputnik que la dramática situación en Manaos refleja "los efectos trágicos del coronavirus en la población, y, particularmente, entre los más pobres". Considera que la propagación del COVID-19 está directamente vinculada con la precariedad en la que viven la mayoría de los vecinos de la localidad, a lo que se suma el aumento en el desempleo y el colapso en los servicios públicos.

La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica denuncia que "frente al COVID-19, los Gobiernos de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana Francesa, Guyana, Surinam y Venezuela están llevando la invisibilización de los pueblos indígenas a un nuevo extremo: no llegan ni alimentos ni insumos de prevención".