Ricardo Ortiz Conde, director general de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas de la Semarnat, indicó que eso implica que cada enfermo de coronavirus produce al día, en promedio, entre 2 y 2,2 kilos de residuos peligrosos.
"Hay un escenario máximo de unas 350 toneladas de residuos, hasta el momento, relacionados con COVID directamente, considerando el número de contagios confirmados", comentó.
La Norma Oficial Mexicana 087 señala que los residuos biológico-infecciosos no anatómicos —entre los que se encuentran los guantes y cubrebocas— pueden ser incinerados o tratados químicamente para eliminar su peligrosidad, antes de depositarse en rellenos sanitarios destinados a los desechos sólidos urbanos.
Otras 35 empresas se especializan en el tratamiento de 395 mil toneladas de los residuos biológico-infecciosos no anatómicos en México cada año. Además, en el país existen 19 plantas con capacidad para incinerar 117.519 toneladas de estos desechos en el mismo periodo.
Estas empresas están teniendo una mayor demanda para la recolección de materiales desechables, por lo que en los próximos días se autorizará ampliar capacidades a través del uso vehículos que tendrán cajas cerradas herméticas, sistema de captación de escurrimiento y refrigeración para el manejo correcto de esos residuos, comentó Ortiz Conde a Excélsior.
El 1 de abril, autoridades de Ciudad de México anunciaron que reforzarían las medidas locales para la correcta separación de residuos en los hogares, en aras de proteger a los empleados recolectores de basura. Desde enero, la Ley de Residuos Sólidos local prohibió la venta de bolsas de plástico, aunque su uso para desechar basura está permitido por razones de salubridad e higiene. Por tanto, durante la contingencia sanitaria la población puede utilizarlas para contener estos residuos.
Hasta el 27 de abril, las autoridades de Salud en México reportan 14.677 casos de coronavirus, por el cual hay 1.355 muertos. Ciudad de México, Tabasco y Quintana Roo son las regiones que tienen actualmente las tasas más altas de incidencia de casos activos.