Los científicos han demostrado que las bacterias son capaces de codificar su memoria con ayuda del potencial de la membrana, es decir, la diferencia en el potencial eléctrico por la distribución desigual de cargas en el lado exterior e interior de la membrana celular. Un principio similar que lleva a cabo el cerebro humano.
Como resultado, las bacterias se mueven del estado polarizado al despolarizado y viceversa, este efecto persiste durante mucho tiempo, incluso después de que la exposición al láser se detenga.
Según los científicos, aún no se sabe si la bacteria realmente utiliza esta forma de memoria de alguna manera. No obstante, este descubrimiento puede confirmar la idea de que algunos procesos nerviosos pueden tener el mismo pasado evolutivo que la interacción entre las bacterias.