En concreto, el Gobierno de Cataluña —la segunda región más golpeada por el COVID-19, solo por detrás de Madrid— planteó una división de su territorio en nueve provincias sanitarias, de las cuales solo tres entrarán en la nueva fase de confinamiento.
"Es la forma de asegurar dar pasos seguros y no dar pasos atrás", dijo en rueda de prensa Alba Vergés, consejera de Salud del Gobierno de Cataluña.
La fórmula encontrada por las autoridades implica que menos el 11% de la población catalana entrará en la fase 1 de la desescalada a partir del lunes, manteniéndose la fase 0 para la mayor parte de su territorio, incluida la provincia de Barcelona.
Por su parte, Castilla y León fue el otro territorio del país que no pidió entrar en fase 1 de forma completa, decidiendo excluir a las áreas urbanas y limitando la profundización de la desescalada a determinadas zonas rurales.
Quitando estas excepciones, el resto de los territorios españoles pidieron entrar en la famosa fase 1.
Polémica en Madrid
Entre esos territorios se encuentra la Comunidad de Madrid, el territorio más afectado del país, que pretende profundizar la desescalada pese a que su presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, puso en duda este mismo miércoles que se den las condiciones para dar ese paso.
"Yo no quiero tener prisa para acceder a nada porque he sido la primera que he visto lo que ha pasado en la comunidad", dijo Ayuso en una entrevista con Radio Nacional de España, donde defendió que la región todavía tenía que reducir el número de pacientes de COVID-19 en unidades de cuidados intensivos antes de avanzar en la desescalada.
Sin embargo, horas más tarde, tras un intenso debate entre los socios del gobierno madrileño, las autoridades autonómicas anunciaron que pedirían permiso al Gobierno para que el principal foco de la pandemia en España reduzca las medidas restrictivas.
¿Qué es la Fase 1?
El plan de desescalada fijado por el Gobierno de contempla una retirada gradual del confinamiento diferenciada entre una fase 0 de preparación, una fase 1 de apertura inicial, una fase 2 de transición intermedia y una fase 3 de recuperación avanzada, que conducirá a una "nueva normalidad".
La actual fase 0 introdujo medidas de relajación como permitir que los ciudadanos vuelvan a poder pasear una vez al día o que los pequeños comercios puedan abrir para atender clientes con cita previa.
Por su parte, la fase 1 permite también que abran comercios pequeños —menos de 400 metros cuadrados— pero con una limitación de aforo al 30%. Del mismo modo, podrán abrir las terrazas de los locales hosteleros con una limitación de ocupación al 50% y se permitirá la reapertura de hoteles, cines o museos, aunque también con limitaciones.
Tras la evaluación de la situación por las autoridades regionales, será el Gobierno de España quien decida qué territorios pasan a la nueva fase y cuáles no, un trabajo que se hará analizando una serie de marcadores sobre la evolución de contagios y la capacidad asistencial de cada comunidad autónoma.
