"Espero que se encuentre una solución. El plan propuesto es correcto y es necesario desde varios puntos de vista", acotó Zingaretti.
La idea de Bellanova fue criticada por la Liga, el partido de derecha más popular del país, cuyo líder Matteo Salvini la calificó de "criminógena".
El proyecto también causó polémica en la coalición gobernante, compuesta por el PD, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el partido Italia Viva.
El jefe político de M5S Vito Crimi se declaró contrario a la regularización: "Si nuestro objetivo consiste en apoyar la agricultura, entonces tenemos que elaborar medidas para asegurar el mercado, pero la solución no es la regularización".
Al negociar el asunto, los dos partidos llegaron a un compromiso que consiste en prorrogar para otros tres meses los permisos a aquellos migrantes cuyos contratos de trabajadores temporales hayan expirado.
Sin embargo, la ministra Bellanova sigue insistiendo en su plan y amenaza con dimitir, si no se aprueba, lo que provocaría una crisis de Gobierno.