El Ministerio de Salud argentino informó el 6 de mayo que hay 863 infectados con coronavirus entre el personal de salud (63 % son mujeres), la inmensa mayoría sin antecedentes de viajes. Además, son nueve los fallecidos entre esta población, ocho con enfermedades preexistentes.
Una situación encendió las alarmas en el rubro estos días. El Hospital Italiano, organización sin fines de lucro que cuenta con un plan de cobertura médica privada y 20 centros de atención en la ciudad de Buenos Aires, generó el reclamo de profesionales de la salud.
La institución sanitaria anunció que reducirá, durante 3 meses, un 12 % del sueldo a sus médicos y otros trabajadores fuera de planta, aquellos en calidad de monotributistas, vinculados a la organización de forma independiente, profesionales de prestaciones no urgentes cuyas consultas se vieron afectadas por la cuarentena.
La institución declaró en una carta pública que tiene 7.000 empleados en relación de dependencia —más de 1.100 médicos, más de 1.600 enfermeros, instrumentistas, técnicos y administrativos— y que estos recibirán un incremento salarial de acuerdo a lo previsto.
Sin embargo, la Asociación de Médicos de la Actividad Privada (AMAP), sindicato que nuclea a estos profesionales, denunció que la decisión fue unilateral y que el ajuste golpeará los honorarios de "2.000 médicos no registrados", que pone en duda las cifras declaradas por la institución.
"Los médicos que están en relación de dependencia son los de guardia, el Hospital Italiano hace sus aportes al sindicato por menos de 200 médicos, no tienen esa cantidad de médicos registrados, es mentira, los desafío a que muestren los recibos de sueldo", dijo a Sputnik Antonio Di Nanno, secretario gremial de AMAP.
Di Nanno negó que se trate de trabajadores autónomos sino que se trata de una relación de dependencia encubierta, una situación que vienen denunciando hace varios años. El secretario gremial descartó también que estas mismas medidas hayan sido tomadas por otras instituciones del sistema privado, como alegó el hospital.
"Las cuotas del plan de salud las están cobrando religiosamente, la gente no deja de pagar, menos en este contexto que tienen miedo de enfermarse y morirse, además es una sociedad de beneficencia, exenta de un montón de impuestos. Siendo el personal de salud el que más riesgo corre, les van a descontar de lo que les ingresa. Les piden que se inmolen pero no les reconocen su trabajo", denunció.
Jornada nacional de lucha
El Gobierno anunció un bono de 5.000 pesos [75 dólares] en cuatro cuotas mensuales para el personal de salud en relación de dependencia que tendría que haber empezado a cobrarse a fin de abril. Sin embargo, la resolución entre el Ministerio de Trabajo y el de Salud estableció que los únicos que lo recibirían serían los de la primera línea en internación, excluyendo a los de servicios de apoyo, atención primaria y zonas verdes (no internación) de hospitales.
"Por ejemplo, todos los trabajadores que bancan la epidemia de la Villa 31 [barrio popular porteño con 237 casos confirmados] en el centro de salud no iban a cobrarlo, según la interpretación. Esto provocó un escándalo y mucha movilización. El martes pasado, aclararon que van a cobrar todos los de atención primaria pero sigue sin haber mayores precisiones", dijo a Sputnik Jorge Yabkowski, secretario general de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa).
"Tenemos un porcentaje de contagio entre el personal de salud de 17 % por sobre el total más alto que Italia y España. Todavía no termina de lanzarse el plan nacional de protección que estamos discutiendo con el Ministerio de Salud. Estamos pidiendo una entrevista urgente para que los compromisos verbales se traduzcan en medidas concretas", contó Yabkowski.