“Cuba hizo su aporte significativo en la victoria común sobre el nazismo: los jóvenes cubanos Aldo Vivó Laurent, Jorge Vivó Laurent y Enrique Vilar Figueredo luchaban en el Ejército Rojo; la Marina Cubana hundió al submarino alemán que tenía por objetivo destruir el barco que transportaba el azúcar a la URSS; más de cien Comités de Apoyo a la URSS recogían y enviaban a la Unión Soviética productos alimenticios, tabaco", subrayó en su artículo el diplomático ruso.
Resaltó además que todos los años, Cuba copatrocina la resolución de la Asamblea General de la ONU sobre la lucha contra la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a exacerbar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia.
Recordó que esta guerra contra el fascismo le costó mucha sangre a numerosas naciones y sobre todo a la Unión Soviética, donde las pérdidas humanas superaron los 27 millones de personas, más de 1.710 ciudades quemadas y destruidas, 70.000 aldeas y poblados destrozados, y daños incalculables a la industria y agricultura de la ex Unión Soviética.
El embajador ruso en Cuba resaltó además las hazañas del pueblo soviético en el frente y en la retaguardia, y —agregó— "siempre se quedarán en nuestra memoria como la mayor manifestación del patriotismo y abnegado servicio a la Patria".
"Las mismas están inscritas por la eternidad en el destino de cada familia de Rusia. El profundo respeto a todos los héroes-libertadores, quienes derrotaron el nazismo, lo comparten en diferentes partes del mundo", enfatizó Guskov.
También reconoció que la victoria sobre las tropas alemanas fue posible gracias a los esfuerzos conjuntos de los países de la coalición contra los propósitos de Adolf Hitler.
A su vez, afirmó enfático que "en este contexto son absolutamente inadmisibles las tentativas de tergiversar los acontecimientos de aquella guerra, convertir en ídolos a unos individuos, quienes echando al olvido el honor y la dignidad humana, sirvieron a los nazis, y ahora mienten descaradamente a sus hijos y traicionan a sus antepasados".
En opinión de Guskov, tales acciones crean el ambiente favorable para el crecimiento de xenofobia, nacionalismo agresivo y diferentes manifestaciones de intolerancia, provocan los conflictos interétnicos y el surgimiento de organizaciones y movimientos terroristas que profesan la ideología extremista.
En su nota, el diplomático subrayó que el espíritu de solidaridad (entre Rusia y Cuba), demostrado en los años de aquella guerra, "nos sirve de ejemplo a seguir en la actualidad".
"Ahora la humanidad se ha encarado con la nueva amenaza global – pandemia del coronavirus SARC-CoV-2. Todo el mundo está en plena lucha contra este mal. La nueva crisis que provoca ha iluminado una vez más de una manera bien clara la interdependencia de todos los países sin exclusión", apuntó.
Para el embajador Guskov, ahora es justo la hora de consolidar la cooperación internacional en la lucha contra este grave problema, dejando de lado nuevamente, como en los años 40 del siglo pasado, las discrepancias para que al fin volver a ganar una batalla más de envergadura global.