La divulgación del resultado de los exámenes fue autorizada por el juez del Tribunal Supremo Federal Ricardo Lewandowski, y según adelantó la cadena Globonews, el resultado de los tres test dio "negativo".
Según el diario Folha de Sao Paulo, Bolsonaro usó como pseudónimos "Airton Guedes" y "Rafael Augusto Alves da Costa Ferraz", pero mantuvo su identificación asegurada al informar al laboratorio sus documentos personales de forma correcta, además de su fecha de nacimiento, lo que certificaría que los resultados son suyos y no de otra persona.
Desde el primer momento, Bolsonaro aseguró que los test habían dado un resultado negativo, pero se negaba a mostrarlos, como sí hicieron otras autoridades.
La Abogacía General de la Unión, que representa al Estado, recurrió a todas las instancias judiciales para evitar entregar los resultados y llegó a entregar un informe médico en lugar de los laudos originales que pedían los jueces, lo que hizo aumentar las sospechas sobre un presunto contagio del presidente.
Bolsonaro, no obstante, aseguraba repetidamente que él no se había contagiado, y durante todo este tipo incumplió las medidas de aislamiento social que recomiendan las autoridades sanitarias, en muchas ocasiones saludando y acercándose a simpatizantes.