"El Gobierno se equivoca totalmente. No se puede arriesgar y poner en caos la situación de una nación ni de un barrio. Debería haber un proceso riguroso, con los pasos medidos y precavidos, sin arriesgarnos a condenarnos a todos a algo que no podremos controlar", protesta Bélgica Guaña, concejal del ayuntamiento de Newham, en una entrevista telefónica con Sputnik
Más al norte, el Parque Reina Isabel y complejos residenciales de lujo van colonizando terrenos en torno al estadio y el podio olímpico de 2012. Es un distrito de contrastes, "de los más pobres del país y donde encuentras Beverly Hill y Ferraris", según Guaña.
Mueren mas pobres que ricos
Reino Unido registra ya la mayor tasa de mortandad en Europa por COVID-19 y Newham es la zona más afectada del país. El municipio sufre 144.3 muertes por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con un informe reciente de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS). Este indicador baja a 85.7 decesos en todo Londres y a 36.2 en el conjunto de Inglaterra y Gales.
La idiosincrasia de Newham actúa en su contra en la batalla del coronavirus. El 49% de sus estimados 360.000 habitantes vive en el umbral de la pobreza y el 10% cobra por debajo del salario mínimo obligatorio, según un estudio del ayuntamiento. El 73% se identifica como BAME, es decir, son negros, asiáticos y de otras minorías étnicas. Se hablan 220 idiomas y el inglés es secundario para el 88% de los residentes.
"Existe el peligro de que los trabajadores con sueldos bajos o en sectores esenciales hayan estado más expuestos al virus porque la presión financiera por seguir trabajando dificulta su aislamiento social", resaltó la alcaldesa, Rokhsana Fiaz, en una nota sobre la pandemia que cuelga casi a diario en la web del consistorio.
La concejala ecuatoriana menciona además la alta densidad de población, la aglomeración en pisos alquilados y los "asentamientos generacionales" de familias extensas que emigraron de Pakistán, India o Bangladesh hace casi un siglo. "Forma parte de la cultura y es algo que no se puede romper a la fuerza", observa Guaña.
Demora en el confinamiento
Newham registró el primer caso de infección de coronavirus el 13 de marzo y tres residentes murieron de la enfermedad cinco días después. El Gobierno decretó el lockdown o confinamiento la noche del 23, demasiado tarde para prevenir la propagación del mortal agente en los densos focos de población.
El equipo de Fiaz teme ahora las repercusiones de la vuelta al trabajo. El primer ministro prácticamente impuso la reactivación en Inglaterra de los oficios que no se pueden efectuar en casa. En esta primera fase, se trata, en su mayoría, de puestos en la escala baja de salarios, como el paleta en una construcción o el obrero de una fábrica.
"Las restricciones no fueron duras pero no se respetaron y, ahora, sin límites, va a ser doloroso y arriesgado. Es como echar una moneda a cara o cruz y lo que está en juego es la vida o el siniestro total", teme Guaña.
Plan a medida
La alcaldesa rechaza el plan gubernamental de desescalada y demanda una solución acorde a las circunstancias locales porque, según escribe en la web, "las desigualdades de salud y las carencias económicas impactan desproporcionadamente en las comunidades BAME". "No podemos arriesgar que una segunda ola del virus traiga más muertes", advierte.
Un enfermo de COVID-19 es cuatro veces más propenso a morir si su herencia es negra, pakistaní o bangladesí que su equivalente blanco, de acuerdo con la ONS. La alta incidencia en este sector de la población de patologías cardiovasculares, diabetes o asma pudo empujar el índice de mortandad en Newham por el coronavirus.