Se puede decir que el azar se puso de parte de este intrépido kayakista. Durante todo el vídeo, grabado en la bahía de Monterrey, este tiburón no deja de merodear alrededor del deportista, pero finalmente se va nadando, lejos de su potencial presa.
No corrió la misma suerte otra persona que fue atacada y asesinada el 9 de mayo por un escualo de la misma especie a menos de 10 kilómetros del lugar y solo unas horas antes de las imágenes que vemos.
Este kayakista se puede sentir muy afortunado: los caprichos del destino han querido que se salve de una muerte segura de verse en las fauces de un tiburón de más de 3 metros de largo.