"Hay funcionarios, tanto docentes como administrativos, que siguieron trabajando presencialmente sin protocolo que los amparara; esa situación y un eventual regreso a clases presenciales hace que este protocolo se firme", dijo a la local Radio Montecarlo la secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio, Elbia Pereira.
Pereira sostuvo que el protocolo, que se viene trabajando desde hace semanas, establece medidas de seguridad de salud, de aseo, uso de mascarillas y de distancia física.
Sin embargo, consideró que mantener el distanciamiento de dos metros es una "dificultad mayúscula".
Sostuvo que es imposible pensar que con un promedio de 27 niños por grupo puedan estar todos juntos, porque las dimensiones de los salones no lo permiten.
El próximo jueves el presidente Luis Lacalle Pou hará anuncios sobre el retorno a clases presenciales en Uruguay.
Días atrás, adelantó que su idea es generalizar el regreso a clases, empezando por Primaria.
El 22 de abril pasado ya retornaron a clases presenciales alrededor de 4.500 niños en más de 500 escuelas rurales de todo el país, informó el Consejo de Educación Inicial y Primaria.
En un principio el Gobierno suspendió por dos semanas las clases en todos los niveles de enseñanza el 14 de marzo, al otro día de detectar en el país los primeros casos de COVID-19 (enfermedad causada por el nuevo coronavirus), pero el 2 de abril anunció la suspensión de las clases en forma indefinida para evitar los contagios por la enfermedad respiratoria.
Hasta el momento, Uruguay confirmó 737 casos de COVID-19 y 20 personas fallecieron.