"Vamos a esperar como Fuerzas Armadas una semana para que la Asamblea Plurinacional [Parlamento] se pronuncie. Caso contrario vamos a seguir el procedimiento reglamentado y legal que tenemos dentro de las Fuerzas Armadas", dijo Orellana a reporteros tras presentar una comunicación al Senado.
El jefe militar, quien asumió el cargo tras el golpe de noviembre pasado, dijo que presentó al Senado la respuesta a las observaciones que esa instancia legislativa hizo a los ascensos a generales propuestos por la presidenta transitoria Jeanine Áñez por iniciativa del alto mando.
"Sentimos que la Asamblea Plurinacional no está tratando con consideración y respeto a las Fuerzas Armadas. Nosotros como institución merecemos respeto y vamos a exigir el respeto de la Asamblea Plurinacional", afirmó.
El comandante en jefe interpretó que la atribución de "ratificar los ascensos, a propuesta del Órgano Ejecutivo", que la Constitución otorga al Senado, sería solo un trámite que no implicaría la potestad de aprobar o rechazar esas promociones anuales.
Los ascensos, en trámite legislativo desde que la presidenta transitoria Áñez los propuso en febrero pasado, han provocado roces entre el Gobierno y la Asamblea, controlada por el Movimiento Al Socialismo, que ha argumentado que tiene otras prioridades en mesa, especialmente la crisis por la pandemia de COVID-19.
El Gobierno incluso denunció la semana pasada ante la justicia a la comisión de defensa del Senado por incumplimiento de deberes, exigiendo la consideración de los ascensos antes de que ese cuerpo legislativo devolviera a Áñez, con observaciones, la propuesta de promoción de generales y almirantes.
No estaba claro de inmediato si la respuesta militar a los cuestionamientos del Senado estaba avalada por la presidenta transitoria, quien es Capitana General de las Fuerzas Armadas.
Orellana remarcó que, según la ley militar vigente, "la instancia que aprueba los ascensos es el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas" y exhortó "a los miembros de la Asamblea a que cumplan con su función, cumplan con su labor".
La Constitución boliviana establece que las Fuerzas Armadas son una institución "esencialmente obediente, no delibera".